En Argentina 800.000 personas tienen una discapacidad motriz. A su vez, muchas otras tienen movilidad reducida transitoria o permanente: niños, ancianos, mujeres embarazadas, lesionados temporales. Sin embargo, muchos lugares de las principales ciudades no están preparados para que circulen: desde escuelas hasta colectivos, pasando por bares o lugares donde realizar trámites. Desde 2004, Acceso Ya trabaja para eliminar esas barreras arquitectónicas.
¿Cómo lo hace? “Primero recibimos las denuncias por alguna de nuestras vías de contacto (mail, formulario web o app). Si contamos con toda la información (dirección, barrera, fotos) comenzamos a diligenciar los reclamos administrativos a los organismos correspondientes. Por ejemplo, si es por falta de rampa en alguna esquina de la ciudad de Buenos Aires se envía el reclamo al Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbano. Si es a un restaurante se envía al local, al Gobierno de la Ciudad y se pide un informe sobre la habilitación a la Agencia Gubernamental de Control. En el caso de no recibir respuesta o que se nieguen a realizar las obras se evalúa la posibilidad de judicializar el caso”, explica María Josefina Macías, coordinadora de Acceso Ya. Y aclara que “no todas las denuncias terminan en amparo porque muchas veces el denunciante no se quiere comprometer con un proceso judicial”.
Además de investigar las barreras urbanas y denunciar, la organización patrocina a toda persona que necesite acceder a la Justicia para obtener el reconocimiento del derecho a la accesibilidad. Al mismo tiempo, Acceso YA busca dialogar con organismos estatales y organizaciones de la sociedad civil para contemplar la accesibilidad de las personas con discapacidad motriz y genera campañas de concientización.
Una de las formas que podés colaborar es denunciando barreras arquitectónicas en la ciudad de Buenos Aires.
Aunque Acceso Ya solo litiga en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es decir, no judicializa casos de otra región, desde la organización asesoran y realizan reclamos administrativos a todo el país. De hecho, Macías señala: “Creemos que nuestra forma de trabajar es replicable en distintas provincias de la Argentina”.
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Resultados
Desde Acceso Ya registran “alrededor de 900 resultados positivos en distintos ámbitos de intervención, como escuelas, universidades, cines, teatros, veredas, edificios públicos y privados, etc.”. En este recuento, se incluye la refacción de 99 edificios (públicos y privados) de uso público, que 31 edificios de uso privado realizaron las obras necesarias para su accesibilidad o que se hicieron 12 obras de accesibilidad en el transporte público.
Uno de los casos exitosos que destacan es la causa de escuelas accesibles en la ciudad de Buenos Aires. En el 2006 comenzaron a recibir denuncias de madres y padres, cuyos hijos no podían ir al colegio por falta de accesibilidad. El relevamiento técnico que realizó Acceso YA señaló que: el 95% de las escuelas privadas y el 75% de las públicas de la Ciudad de Buenos Aires no cumplían con las condiciones mínimas de accesibilidad. “Esta situación dejaba a 21 mil chicos y chicas fuera del sistema educativo”, explica Macías.
Desde entonces, tras largas pujas judiciales con el Gobierno porteño, se mejoraron notablemente las condiciones de las escuelas de la Capital Federal: de un total de 750 escuelas públicas, 604 cuenten con condiciones de accesibilidad básicas —rampa de ingreso, baños adaptados, aulas accesibles y señalética correspondiente—, y de ellas 299 tienen accesibilidad total, es decir que garanticen una libre circulación horizontal y vertical.
Para Acceso Ya, el secreto para lograr que tantos espacios se volvieran accesibles es “la perseverancia y estar muy pendiente e insistente con las causas tanto administrativas como las judiciales”.
Pero saben que existen muchos desafíos a lo que hacen. Desde los arquitectónicos y económicos (“hay edificios o locales que no se pueden adaptar o no tienen los recursos para la obra) como legislativos (“muchos locales están habilitados bajo una resolución que permite seguir habilitando locales sin que estos cuenten con condiciones de accesibilidad”). También ocurre que a veces se hacen obras de accesibilidad que no son tales, como rampas que terminan en escalones.
Mientras promueven el cambio cultural necesario para que la accesibilidad esté presente en cada espacio físico, Acceso Ya trabaja para derribar los obstáculos arquitectónicos que aún abundan.
La campaña del mes cuenta con el apoyo de la Solutions Journalism Network (la Red Mundial de Periodismo de Soluciones).
