Un reporte nos brinda datos útiles sobre el estado de la acción climática. Una encuesta revela la percepción de las personas sobre el problema. Spoiler I: hay una gran brecha entre ambos. Spoiler II: nos dicen mucho sobre lo que es necesario cambiar.
Compartí esta newsletter o suscribite
1
Muchas cosas en la mente. Todavía sigo reflexionando sobre la conversación con Patricia Espinosa, que hoy está concluyendo su labor como secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. De todo lo que hablamos, hubo dos de sus ideas que me quedaron resonando en la mente.
Por un lado, el ritmo de las negociaciones climáticas no está a la altura de la acción que urge la crisis climática. Ese ritmo tiene que acelerarse. Por el otro, en América Latina hay una toma de conciencia clara sobre lo que representa el cambio climático porque, en parte, lo viene sufriendo en carne propia.
Esas no fueron las únicas ideas que tuve en mente estos días. A la par, estuve trabajando en chequear y chequear y volver a chequear datos sobre cambio climático que se repiten como certeros y no lo terminan siendo. A la par, escuché preocupaciones sobre si los conflictos como la guerra en Ucrania podrían quitarle peso a la aún importante COP27. A la par, participé de eventos y proyectos sobre transición energética que mostraban una y otra vez los obstáculos que se presentan -o que presentan algunos tomadores de decisión- para ponerla en marcha.
Y paro aquí, porque mi mente sigue todo el tiempo. Aunque hubo dos publicaciones que llamaron mi atención -no la de la mayoría de los medios- que nos dan algo de luz sobre todas estas cuestiones y sobre esas dos ideas que Espinosa resaltó en la conversación.
Naciones Unidas presentó su análisis anual sobre el estado de implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Recuerden: esos 17 objetivos que básicamente implican resolver los grandes problemas del mundo y que los países se comprometieron en 2015 a alcanzar para 2030. Antes de que piensen lo que viene: sí, estamos muy lejos de ello. Pero el análisis nos da una radiografía sobre el rol que la inacción o acción insuficiente ante el cambio climático está teniendo para toda la agenda.
En paralelo, el Programa de Comunicación sobre el Cambio Climático de la Universidad de Yale presentó su encuesta de opinión pública sobre el cambio climático. Otra radiografía, esta vez enfocada en lo que personas en 192 países y territorios respondieron durante marzo y abril de 2022 sobre el cambio climático.
¿Qué nos dicen estas radiografías? ¿Qué diagnóstico podemos hacer? ¿Qué “remedios”, cuidados, acciones debemos considerar? Responder a estas preguntas es la propuesta de la edición de hoy de PLANETA. ¡Empecemos!
2
El cambio climático ¿una prioridad? La mayoría de los encuestados a nivel global considera que el cambio climático debería ser una muy alta o alta prioridad para sus gobiernos. América Latina lidera esa consideración. En Chile, ha alcanzado al 91% de los encuestados, en México al 88% y en Puerto Rico al 88%.
Más aún, cuando uno compara las respuestas en el Sur Global -el más impactado por el cambio climático-, percibe una sutil diferencia entre América Latina y África: en la primera domina la necesidad de una muy alta prioridad al problema, en la segunda predomina una alta prioridad.
Ahora bien, cuando se trata de si sus países debieran reducir la contaminación que contribuye al cambio climático, ambas regiones muestran porcentajes más bajos de encuestados que perciben esa responsabilidad. Lo que podría leerse como “sí, debe ser una alta prioridad, pero hay países que deben tenerlo como más prioritario”. El famoso: responsabilidades comunes, pero diferenciadas.
Todos estos datos están hablando: las personas ven una urgencia de acción por parte de los tomadores de decisión ante este problema. Estos datos también nos obligan a buscar otro: ¿está el cambio climático siendo una prioridad para los gobiernos?
La respuesta ya se la imaginan...
El reporte de Naciones Unidas nos muestra que los gobiernos están lejos, muy lejos de encaminarse en un cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 13, a saber: adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos. En pocas palabras: actuar ante el cambio climático.
Lejos de implementar políticas que estén logrando limitar el calentamiento por debajo del 1,5°C, la ciencia climática nos ha demostrado que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la energía se han incrementado en un 6% en 2021, alcanzando un nivel récord desde los registros, y que el aumento de la temperatura global continúa en curva creciente sin descanso intensificando aún más los eventos climáticos extremos.
🔴 El ODS 13 está en rojo. En palabras de Naciones Unidas, el cambio climático es una advertencia de código rojo para la humanidad. Los gobiernos no están considerando la acción climática como una prioridad y las personas ven una necesidad de que ello cambie. El punto de grieta entre estos actores nos lleva a otro que parece unirlos.
3
El cambio climático ¿algo del presente o del futuro? Nueve de cada 10 o más encuestados en 21 países y territorios dijeron que el cambio climático está ocurriendo. Y no puedo dejar de decir que me preocupa que el dato sobre este punto no sea 10 de 10, 100%. ¡Cuánto entonces tenemos por hacer en seguir comunicando sobre el tema!
Hecha esta breve catarsis, ¿por qué miro este dato en la encuesta?
El hecho de que esté ocurriendo no siempre va en línea con que las personas reconozcan que les está ocurriendo a ellos, que les está pasando ahora, que los está impactando ahora. A veces parece que seguimos con esa imagen de “le está ocurriendo a oso polar allá a lo lejos” y no lo relacionamos, por ejemplo, con la intensa ola de calor que están viviendo los residentes en Europa estos días.
Esto va en línea con el hecho de que la mayoría de los encuestados están muy o algo preocupados por el cambio climático. Pero, de nuevo, ¿qué ocurre con la percepción del impacto?
Centrémonos en las respuestas que hubo en América Latina. Mientras que más de un 70% de los encuestados cree que el cambio climático afectará mucho a las futuras generaciones y más de un 70% piensa que será una amenaza para sus países en los próximos 20 años, entre un 50 y un 60% piensa que lo impactará personalmente. Esta segunda cifra desciende aún más en países como Argentina, donde apenas un 30% de los encuestados ve ese impacto personal.
Esto es lo que me lleva a preguntarnos si terminamos de ver la urgencia presente del problema o seguimos con esa mirada de que es algo muy malo a futuro, para otros. Si no vemos la emergencia de la crisis, ¿por qué lo consideraríamos una prioridad, ahora, hoy? ¿Acaso no es esto lo que ocurre con los tomadores de decisión?
El análisis de Naciones Unidas evidencia que no sólo no estamos bien posicionados en el ODS 13 de acción climática, sino que ello pone en riesgo el resto de la agenda de desarrollo sostenible. ¿Por qué? El cambio climático es una de las tres crisis simultáneas que, entrecruzadas y en cascada, están afectando el alcanzar todos los otros objetivos comprometidos. Por ejemplo, si logramos combatir la pobreza, pero no actuamos ante el cambio climático, éste seguirá colocando a más personas en situación de pobreza.
Junto con la pandemia de la COVID-19 y los crecientes conflictos armados -como la guerra en Ucrania-, el cambio climático está poniendo en peligro la agenda y la propia supervivencia humana. No, no estoy en modo “todos nos vamos a morir” de Don´t Look Up, Naciones Unidas está diciendo, advirtiendo, gritando eso.
Lejos de una mirada apocalíptica, hay que concentrarse en lo que este rojo en la radiografía nos demuestra. El diagnóstico de Naciones Unidas dice que el cambio climático es una advertencia de código rojo y nos indica que aún hay una ventana de oportunidad para evitar la catástrofe climática. Es una oportunidad que se nos cierra cada vez más y más rápido, pero aún está ahí. Aún podemos, debemos, actuar, no sólo por el ODS13 per sé, sino por toda la agenda de desarrollo sostenible y nuestra propia supervivencia.
Aún cuando los países llegaron a consenso con el Acuerdo de París, aún cuando tienen compromisos de mitigación y adaptación, aún con ello no está siendo suficiente ante la crisis. Como nos decía Espinosa, hay que acelerar la acción. Ello no se “cura” con un remedio, requiere cambios drásticos en todos los sectores y con todos los actores, algo así como hay que cambiar todos nuestros hábitos para estar saludables.
4
El cambio climático y las transiciones que requiere, ¿hay resistencia? Sabemos que el 73% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero proceden del sector energético y que, aún cuando todos los sectores deben impulsar cambios, éste será el que logrará marcar una gran diferencia. Transicionar de combustibles fósiles a energías renovables es LA cuestión del momento. ¿Qué piensan al respecto las personas encuestadas?
En 41 de las 110 áreas encuestadas, la mayoría dice que su país o territorio debería usar “mucho menos” o “algo menos” de combustibles fósiles que en la actualidad. En la región latinoamericana, predomina no una mayoría, sino una mitad al respecto. En Argentina, entre un 60 y 70% de los encuestados dan ese apoyo. ¿Dato útil para cuando hablamos de Vaca Muerta?
Ello nos lleva hacia donde debemos dirigir la transición: las energías renovables. Menos una, en todas las áreas encuestadas las personas dijeron que su país o territorio debería usar “muchas más” o “algo más” de fuentes de energías renovables que las que usa actualmente. ¡Qué lindo dato! La transición se ve ahí como necesaria. Al menos desde la opinión pública…
Desde los espacios de toma de decisión pareciera que no. El análisis de Naciones Unidas, muestra que si bien el consumo total de energías renovables creció 1/4 entre 2010 y 2019, la participación de las energías renovables en el consumo total de energía final fue sólo del 17.7% en 2019. Por lo que, aún cuando venimos creciendo, es necesario acelerar más la transición. De ello dependerá también el apoyo que desde los gobiernos se dé a este tipo de fuentes. Me refiero a lo que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, viene repitiendo una y otra vez: quitarle los subsidios a los combustibles fósiles. Algo que no significa que sea de forma total de un día para otro, pero sí gradual y redirigiendo ese dinero a la transición necesaria.
Y si de renovables y dinero se trata, tengamos en cuenta también que los flujos financieros dirigidos a la promoción de las renovables en los países en desarrollo cayeron en 2019 por segundo año consecutivo. Sabemos que las transiciones que supone el cambio climático deben ser justas, deben incluir a todos y no deben dejar a nadie atrás.
–
Estos dos radiografías, con sus puntos divergentes y en común, nos muestran lo mucho que aún queda por hacer y lo mucho que, quizás, los tomadores de decisión debieran escuchar a la ciudadanía: aún con todos los otros problemas vigentes y justamente para poder también dar respuesta a esos problemas, la acción ante el cambio debe ser una prioridad.
Pueden acceder al análisis de Naciones Unidas aquí y a la encuesta de opinión de la Universidad de Yale aquí. Ambos en Inglés.
Dicho todo esto, me gustaría cerrar la edición con dos cosas. Por un lado, una recomendación. Ayer se cumplieron 62 años desde que Jane Goodall llegó al Parque Nacional Gombe Stream e inició esa investigación que marcó un antes y un después. Y Jane es la que siempre nos trae esperanza ante temas complejos como el de la edición anterior. Si quieren profundizar en lo que significa esta aniversario, les recuerdo este artículo que escribí para RED/ACCIÓN. Y si quieren recordar o conocer por primera vez la importancia del rol de Jane, no puedo dejar de volver a aconsejarles ver el documental Jane en Disney Plus.
Por otro lado, un aviso con pedido. La próxima semana volveré con una entrevista local con interés regional e internacional. Estoy incorporando más entrevistas a PLANETA este año así que si me quieren sugerir a quién les gustaría que entreviste, no duden en escribirme a [email protected] (No vale decir entrevistar a Mark Ruffalo, ya lo vengo intentando hace años 🙃).
Un saludo hasta la próxima semana!
Tais