La semana pasada estuvo en el centro de la escena la modificación del reglamento para el uso de armas de las fuerzas federales de seguridad. Es una medida que sin duda merece discutirse. Es importante, en momentos como este, intentar entender la mirada del otro, estar del lado de todos. Pero esto no significa estar de acuerdo con todos, sino estar en diálogo, estar a favor del otro, aunque estemos en desacuerdo.
Pero más allá de ese debate particular, hay otro que también merecería tener lugar. Para abordar tangencialmente el debate sobre disparar o no disparar, podríamos aportar una imagen más, tan solo para tenerla en cuenta. Si viéramos desde el aire las ciudades de nuestro país, en cada manzana veríamos cinco armas. Tal es el dato que se desprende de las estadísticas. Y un dato más: dos de esas cinco armas por manzana están listas para ser usadas.
Sin embargo, cada día se cometen “solamente” cuatro crímenes con armas de fuego. Y -"solamente"- dos en situaciones de asalto o delito. Es decir: la Argentina vive en estado de milagro permanente. De las 3.000.000 de armas en poder de la sociedad civil, 1.600.000 están registradas (+ info).
Hace pocos años nos enteramos que en un barrio muy postergado, de 1700 familias que vivían, 1100 hogares tenían un arma. Así vista, la Argentina pareciera un arsenal. ¿No es algo sobre lo que valdría la pena convocar a un debate?