El riesgo de la caza de brujas (rusas) en Occidente- RED/ACCIÓN

El riesgo de la caza de brujas (rusas) en Occidente

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La invasión a Ucrania genera una corriente de empatía global que, en algunos ámbitos, se desborda en gestos de discriminación a ciudadanos rusos en distintos lugares del mundo.

Foto de bailarinas.

La invasión a Ucrania genera una corriente de empatía global que, en algunos ámbitos, se desborda en gestos de discriminación a ciudadanos rusos en distintos lugares del mundo. La paradoja de la intolerancia en los países con democracias liberales.

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Foto archivo / Olaf Kraak AFP

Caza de brujas. “Disculpe las molestias, se encuentra suspendida momentáneamente la venta del sabor crema rusa. Muchas gracias”. Así dice el cartel escrito a mano en el mostrador de la heladería cordobesa Caseratto. El dueño, intuitivo experto en newsjacking, explicó a los medios que lo llamaron que era su manera de apoyar a la causa ucraniana. Un crack. A partir de entonces, los productores de memes se ensañaron contra la ensalada rusa, que ahora debería excluirse de todos los menús, y contra la ruleta rusa, que ya gozaba de una reputación dudosa, todo hay que decirlo. Hasta acá, todas risas.

Pero algo menos gracioso empezó a suceder en distintos lugares del mundo. El Met de New York despidió a la soprano súper estrella, Anna Netrebko, porque, a pesar de su repudio a la invasión a Ucrania, no explicitó su rechazo a Putin. La Filarmónica de Múnich anunció que prescindió de su director titular, el ruso Valery Gergiev, por no distanciarse públicamente de la invasión a Ucrania. Y el Teatro Real de Madrid y suspendió las representaciones que el Ballet Bolshói iba a ofrecer en mayo, a pesar de que su director, Vladimir Urin, es uno de los artistas rusos que firmaron una carta en la que piden a Putin que se retire de Ucrania. Algo huele mal en Dinamarca.

Las neurociencias y la antropología explican algunas reacciones humanas que luego tienen efectos políticos, sociales e institucionales:

  • El miedo activa el pensamiento binario. Por motivos de supervivencia, ante el peligro tendemos a simplificar la realidad para poder huir sin demoras y ponernos a salvo. Blanco y negro, sin matices. Como el ataque de Putin a Ucrania nos amenaza, toda Rusia se convierte en el enemigo. Igual que el mundo árabe en su totalidad después de las Torres Gemelas. La lucidez de Daniel Barenboim desafía esa lógica: “Hay que condenar la política en voz alta y clara y distanciarse de ella. Pero no debe ser permitida una caza de brujas contra el pueblo y la cultura rusa”.
  • El miedo acentúa el impulso gregario. Desde siempre, la manada nos protege. Hay prácticamente consenso global sobre las atrocidades de las que es capaz Putin y la solidaridad con Ucrania es planetaria. La espiral del silencio nos impide acordar con eso y a la vez destacar aspectos positivos de Rusia: sería ponerse en la periferia de la manada, con riesgo de expulsión. Otra vez Barenboim se arriesga: “No creo que sea bueno que los artistas rusos sean automáticamente cancelados en Occidente (…). Se trata en su mayoría de personas que no tienen nada que ver con Putin y no tienen una buena opinión de él”.
  • Los grandes eventos motivan la participación vicaria. La defensa de Ucrania reclama algún tipo de aporte. El que no puede enfrentarse a Putin cara a cara ni resistir a los tiros la invasión rusa, siente que de algún modo participa si se indigna, cancela y condena. Así produce oxitocina, la hormona de la empatía, y se siente bien. Como el hincha que se declara campeón porque apoya con sus cábalas y sus gritos desde la tribuna. No más espectáculos con Netrebko, no más vodka, insultos a rusos residentes en cualquier parte del mundo por el solo hecho de serlo. Así son las molotov que todos tenemos a mano.

Ya con algo de perspectiva, pasado el primer impacto de la invasión, Occidente empieza a preguntarse si no le estará haciendo el juego a Putin, que ahora puede decirles a los rusos: ¿ven? Yo tenía razón: nos envidian y nos odian. Zelenski parece ser de los pocos que lo vio claro desde el principio: en su mensaje de nueve minutos al pueblo ruso les dice que confía en ellos. Que son la gente corriente de Rusia (y sobre todo las madres), quienes pueden parar la guerra. No son lo mismo el lobo y las ovejas.

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Lars Sudmann / TEDxUCLouvain

Tres preguntas a Lars Sudmann. Es un consultor, conferencista y coach ejecutivo especializado en liderazgo, estrategia, innovación y comunicación. Es también el dueño de la consultora Sudmann & Company.

  • ¿Para qué son necesarios los líderes?
    Es interesante preguntarse si necesitaríamos líderes en un mundo utópico, y yo creo que sí. Si hay humanos, hay vida social, y formamos grupos y organizaciones. Y yo creo que Peter Drucker tiene razón: “Sólo tres cosas suceden naturalmente en las organizaciones: fricción, confusión y mal desempeño. Todo lo demás requiere de liderazgo”. En el mundo perfecto necesitaríamos líderes, pero ¿de qué clase? Pensemos en cuál es el mejor líder con el que hayamos trabajado, pensamos en muchas teorías sobre los líderes, pero es como ser padres: cuando llega la realidad, todo lo que leímos y escuchamos sirve de poco. La fórmula del liderazgo es así: MPT (muy poco tiempo) x gente x poder. Tenemos poco tiempo, hay que ocuparse de personas reales, y el ejercicio del poder es difícil.
  • ¿Qué hace falta para ser un buen líder?
    Creo que sirve viajar en el tiempo a Roma y mirar a Marco Aurelio, una figura prominente entre los estoicos. Trabajaba, escribía, pensaba, dirigía los ejércitos y además tenía la tarea de ser Emperador. Él decía: “La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos. Así que obra virtuosamente, usa bien tu tiempo, sé alegre, y cuando te bajes del árbol de la vida, serás como una fruta madura”. Difícil imaginar esas palabras en boca de algunos líderes en estos tiempos. ¿En qué se enfocaba Marco Aurelio? En liderarse a sí mismo antes de liderar a otros. Creo que ahí está la clave del éxito para que funcione la fórmula de la que hablábamos hace un momento. Dee Hock, el fundador de Visa, decía: “Si querés liderar, dedicá al menos el 40% de tu tiempo a liderarte a vos mismo”.
  • ¿Qué pasos hay que dar para convertirse en un buen líder?
    Lo primero es el autoconocimiento, pero esto es difícil porque cuando uno está en una posición de liderazgo y pide feedback a los demás, no siempre lo recibe con sinceridad. Te dicen que sos brillante, y no es verdad. Por eso hay que estudiar tu carácter. Pensar quién era el peor líder que conociste, y qué es lo que lo hacía tan malo. Supongamos que no compartía la información. Entonces ponete un puntaje del 1 al 5 sobre cómo lo hacés vos. Lo segundo es la reflexión: pensar un par de minutos en los logros de ayer y los desafíos de hoy, y preguntarse cómo encararía un líder esos desafíos. Eso eleva tus niveles de compasión y te hace más empático. Y finalmente, autorregulación. Es útil reformular los roles: cómo viviría este momento si yo fuera el liderado y no el líder, y cuán importante es este tema, del 1 al 10. Eso reorienta el modo en que pedimos las cosas. Son cosas pequeñas que hacen la gran diferencia.

Las tres preguntas a Lars Sudmann se tomaron de la presentación “Great leadership starts with self-leadership” dada en TEDxUCLouvain. Para acceder a la charla completa podés hacer clic acá.

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Consequential leadership. Zelenski deslumbra a muchos por su estilo de liderazgo. Un actor y abogado joven y ambicioso que llega a la presidencia de su país y de pronto se encuentra con que tiene que lidiar con una crisis que, sin dudas, lo excede. Este artículo de Jim Olson explica las cinco características de un líder consecuente, que cree ver encarnadas en el presidente ucraniano: convicción, coraje, compostura, comunicación y compasión. Personas que conocen su propósito y lo honran, a pesar de los peligros y sin perder la calma; que hablan al corazón y a la cabeza, con una capacidad de persuasión extraordinaria; y que son capaces de entender su rol en la historia y personificarlo. Un panegírico de Zelenski, que hasta ahora no defrauda.

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Academia. Liderazgo, personalidad, efectividad organizacional. Este artículo de Robert Hogan y Robert Kaiser hace una revisión exhaustiva de la revisa la literatura empírica sobre estos tres temas y señala algunas conclusiones. Primero, que el liderazgo es, quizá, el fenómeno de más trascendencia dentro de las ciencias humanas. Segundo, que su impacto en el desempeño de equipos, grupos y organizaciones es significativo. Y tercero, que la personalidad es un buen predictor del estilo de liderazgo: lideramos como somos. Entender esto es de enorme utilidad para para seleccionar a quienes en el futuro liderarán las organizaciones. Obvio, pero claro y bien explicado.

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Oportunidades laborales

  • Meta abrió la búsqueda de Content Policy Manager, Regulatory Compliance, LATAM. LINK.
  • Newmont busca Superintendente de Desarrollo Social. LINK.

Hasta acá llegamos esta semana. Todas tus ideas, propuestas o consultas son bienvenidas. Podés escribirme a [email protected]

¡Hasta el miércoles que viene!

Juan

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