La pandemia sacudió todo a su paso. Si los líderes globales entraron en crisis, imagínense cuán confundidos pueden llegar a haberse visto los intendentes de municipios y los jefes comunales. Pero muchos de ellos, en la Argentina y en otros países, tuvieron un auxilio extra: la Red de Innovación Local (RIL), una organización que trabaja con equipos de Gobierno municipales para mejorar sus capacidades de gestión y potenciar el poder de transformación de las ciudades, les ofreció su guía Abordaje integral para la gestión del COVID-19 en Gobiernos locales.
“Los grandes valores en ese primer momento fueron tener la red y los grupos de trabajo armados”, dice ahora Delfina Irazusta, fundadora y directora de la Red, “y crear una sección de COVID-19 en nuestro mapa de soluciones, donde ya hay más de 800 iniciativas de Gobiernos locales. Entonces, la gente de los municipios entraba y miraba qué se estaba haciendo en otros lugares”. RIL acompañó a los Gobiernos también con consejos estratégicos, herramientas y hasta con un coach.
Irazusta habla con vehemencia. Evidentemente, lo que hace la apasiona. En 2014 fundó RIL con la idea de que en cualquier ciudad debía haber calidad de vida y oportunidades para desarrollarse. “Todo líder local podría acceder porque la respuesta a esas necesidades tenía mucho que ver con los Gobiernos locales”, dice. Tiene 34 años y se crió primero en Pergamino y después en Trenque Lauquen, y más tarde llegó a Buenos Aires a estudiar Ciencias Políticas.
La Red trabaja con más de 250 Gobiernos de municipios argentinos de todos los tamaños y de todos los partidos políticos: Saladillo, San Pedro, Lobería, Tres de Febrero, Córdoba, Roque Sáenz Peña, Tartagal y Buenos Aires. Los ayuda en lo que necesiten para transformar la ciudad, articula con el sector privado y con otras organizaciones de la sociedad civil y ha creado el Lenguaje de los Alcaldes, una base que sistematiza muchos de los temas de los que se ocupa un Gobierno local. El modelo es simple: “Generar red entre los municipios, brindarles herramientas y conocimiento, y trabajar individualmente resolviendo lo que necesita cada ciudad”, dice Irazusta.
Saliendo de la adolescencia, la fundadora de RIL sentía, como muchos jóvenes del interior, que en su ciudad, que era una ciudad pequeña, no se podía desarrollar. “Llegar a Buenos Aires es un enorme golpe negativo en calidad de vida y también un golpe positivo de oportunidades que se abren”, dice. Después de recibirse, hizo un posgrado de Desarrollo Local en FLACSO y en muchos viajes comprobó que había ciudades grandes con mejor calidad de vida que Buenos Aires y ciudades pequeñas con más oportunidades que Trenque Lauquen. Por eso, su tesis de posgrado en 2012 fue sobre la implementación de una metodología colaborativa para que los intendentes resolvieran sus problemas ayudándose entre ellos.
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Irazusta tomó la idea de los grupos CREA, donde se reúnen empresas y productores agropecuarios. Luego llevó esa tesis a CIPPEC y, junto a la Red de Acción Política, convocaron a ocho intendentes y luego a ocho más para testearla. “Encontrarme en ese momento con la figura real del intendente, que tiene tanta capacidad para cambiar las cosas y tanta necesidad de técnica y de aprendizaje de pares, fue un hallazgo”, dice.
A los dos años ya trabajaba con más de 50 ciudades, y se dio cuenta de que, tanto o más importantes que las herramientas que ofrecía RIL, eran el conocimiento y las herramientas que venían de la propia red. “La red misma era algo súper valioso”, dice Irazusta. Hoy, la mitad del abordaje de RIL es hacer redes y actividades para que las ciudades aprendan entre sí de lo que tienen en común. Un programa, por ejemplo, reúne a unos 1.200 funcionarios de las 23 provincias en grupos de WhatsApp por tema: de ambiente, de desarrollo económico, de desarrollo humano, de servicios públicos, de vivienda y así hasta completar once grupos. “En la pandemia están funcionando espectacularmente”, dice Irazusta, “y es más: no conozco en la Argentina un sector tan integrado en la colaboración como lo está hoy el de los municipios con la red que pusimos a disposición”.
Ahora RIL acaba de lanzar junto a las organizaciones Ashoka (LATAM) Vía Educación (México) y CoLab (Chile) la quinta edición del Concurso de Innovadores Locales 2021 - Comunidades Colaborativas, abierto a funcionarios públicos, emprendedores e innovadores sociales de toda la región. Se elegirán 80 equipos de toda América Latina que serán acompañados durante cuatro meses para concretar proyectos que apunten a diseñar iniciativas de alto impacto y políticas públicas.
Desde el Municipio de San Pedro, Hernán Contreras, director del área de Modernización —y funcionario muy activo en la Red—, dice de Delfina Irazusta: “Es garra, inspiración, generosidad y ejemplo permanente de que hay esperanzas de tener un país mejor pensándolo desde cada ciudad. La rodea un grupo de trabajo que no tiene banderas más que las de mejorar la vida de la gente, a partir de potenciar a los municipios”. A San Pedro, participar en RIL le permitió acortar caminos para resolver problemas viejos, profesionalizar la gestión y tomar propuestas del mapa de soluciones locales. “Los Gobiernos son terrenos fértiles para la innovación”, dice Contreras. “El conocimiento cobra mayor valor cuando se comparte y entre municipios no hay competencia, por eso, podemos conocer buenas ideas en RIL”.
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Todo este trabajo llevó a Irazusta —que además es fellow de Ashoka y clase 2020 del Forum of Young Global Leader, una asociación del World Economic Forum— a ser invitada en 2017 a la Cumbre Mundial de Jóvenes Líderes de la Sociedad Civil organizada por The Obama Foundation. “Queremos escuchar sus ideas”, había propuesto el expresidente estadounidense en el anuncio del evento. “Hace dos meses me llegó un mail de la Obama Foundation que decía que me invitaban a Chicago porque querían conocer a jóvenes emprendedores de diferentes partes del mundo. Yo pensé que era un chiste, pero cuando llené todos los datos y a los dos días me mandaron el pasaje, me di cuenta de que iba en serio”, dijo Irazusta a La Nación en ese momento.
La experiencia fue de intercambio, talleres y aprendizaje con 250 emprendedores y emprendedoras sociales de todo el mundo y con figuras como el príncipe Harry de Inglaterra. “Me quedo con la humildad del liderazgo en servicio”, dice ahora Irazusta. “Compartimos tres días con Obama y con Michelle, y ellos estuvieron presentes con todo ese grupo de jóvenes que estábamos ahí. No se fueron, no estaban con el teléfono. Yo trato todo el tiempo con líderes y funcionarios, y a veces parece que no tienen tiempo para nada y que su ego es muy grande. Por eso, haber compartido tres días enteros con uno de los principales líderes del mundo, y que él haya estado ahí presente, con esa presencia consciente, fue bastante movilizador”.
El último viaje de Irazusta antes de la pandemia fue a la ciudad de Córdoba, donde dictó un taller a todo el equipo de Gobierno. Lo recuerda especialmente por el mensaje que el intendente Martín Llaryora, que acababa de llegar al cargo, le dio a los suyos para explicarles qué tipo de gestión quería. Les dijo: “El poder que tienen los intendentes es el de poder hacer”. “Fue un momento súper inspirador”, dice ella. “Y yo pensé: ‘Qué suerte que tengo de estar acá’”. Mientras tanto, su Red sigue creciendo y puede cambiar la vida de miles de personas en cientos de ciudades de la Argentina.
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Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones para América Latina, una alianza entre INFOBAE y RED/ACCIÓN, y fue publicada originalmente el 5 de mayo de 2021.
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