El pasado 9 de noviembre el rapero cubano Denis Solís fue detenido y condenado a ocho meses de prisión. Tras su detención, activistas, artistas e intelectuales del Movimiento de San Isidro (MSI) comenzaron una huelga de hambre para exigir su liberación. Así fue como días más tarde se presentaron frente al Ministerio de Cultura de Cuba. En las primeras horas dieron el presente 20 manifestantes y con el correr del tiempo, el número de jóvenes superó los 200.
A la protesta fue impulsada también por la intervención de la policía, que se llevó por la fuerza a los huelguistas. La mayoría fueron liberados, pero sigue sin conocerse el paradero de Luis Manuel Otero y Anamelys Ramos. Con respecto al gobierno cubano, sentenció que se trató del acción de las autoridades sanitarias que actuaron en pos de la violación del protocolo de salud en tiempos de Covid-19.
La manifestación en La Habana Vieja comenzó por la noche del 26 de noviembre donde los involucrados recitaban poesías, cantaban canciones y entonaban olas de aplausos. Su objetivo era, no solo denunciar la intervención policial, sino también la búsqueda del diálogo con las autoridades correspondientes.
“Nosotros, artistas e intelectuales cubanos repudiamos, denunciamos y condenamos la incapacidad de las instituciones gubernamentales en Cuba para dialogar y reconocer el disenso, la autonomía activista, el empoderamiento de las minorías y el respeto de los derechos humanos y ciudadanos”, sostuvieron en una declaración publicada en una revista local.
Horas más tarde de iniciada la protesta, se llevó a cabo una reunión de más de cuatro horas entre el viceministro Fernando Rojas, el vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz y la vicepresidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) junto a un grupo de 30 manifestantes.
Según la información trascendida, los acuerdos entre ambas partes fueron: abrir un canal de diálogo entre las instituciones y los artistas; las autoridades culturales se interesarán con urgencia sobre las situaciones de Denis Solís y Luis Manuel Otero; desarrollo de agenda de trabajo múltiple con todos los artistas; revisión de la declaración de la AHS; se declara una tregua con los espacios independientes donde se reúnen los artistas, que no serán hostigados; el ministro se reunirá con los artistas el jueves o viernes de esta semana; y las autoridades darán garantías de que no habrá consecuencias para los que han participado en la reunión frente al Ministerio de Cultura.
El impacto del Movimiento de San Isidro en el mundo
Los acontecimientos en La Habana Vieja se hicieron presentes en diferentes países. En México, residentes cubanos se reunieron en las inmediaciones de la Embajada de Cuba para expresar su apoyo a los manifestantes compatriotas.
A su vez, la embajadora por los Derechos Humanos de los Países Bajos Bahia Tahzib-Lie hizo pública su preocupación por lo ocurrido en Cuba. “A defender la letra y el espíritu de la Declaración Internacional de los Derechos Humanos; respetar la libertad de expresión y reunión; y abstraerse de realizar detenciones y arrestos arbitrarios”, apuntó contra el Gobierno cubano.
En las redes sociales, varios artistas oriundos del país en cuestión también expusieron su descontento. La cantante Haydée Milanés publicó en su cuenta de Facebook: “Hemos pedido diálogo. No hemos sido escuchados. ¿Esta ha sido la salida que han encontrado? Siento vergüenza y horror”.
Fue a través del Internet que recorrieron imágenes del tenso momento entre los huelguistas y las fuerzas policiales. Allí se pueden ver tantos videos como postales de patrullas, ambulancias y policías que sacan a la fuerza a protestantes. Horas más tarde, sobre la madrugada del 27 de noviembre, los apresados se reportaron en las redes tras sus liberaciones. Algunos de ellos, contaron cómo fue el minuto a minuto de su detención.
Sin embargo, también hubieron partidarios del oficialismo que criticaron la protesta por parte del Movimiento de San Isidro. El estudiante de Periodismo Jorge Velázquez escribió: “Lean para que aprendan por qué nos oponemos al MSI y a sus intereses. Escuchen para que entiendan por qué protegemos lo logrado. Comprendan para que no nos digan más con ligero cinismo que negamos el diálogo. Quienes niegan el diálogo con la Revolución son ellos, quienes aborrecen todo lo que somos son ellos. El diálogo está aquí”.
La reconocida periodista Mónica Baró habló sobre el acuerdo al que llegaron el grupo de 30 artistas y los funcionarios: “Los procesos de cambio son lentos. Creo entender que en Cuba queremos cambios por vías pacíficas. Es lo que sentí con lo que vivimos. No podemos descuidar las demandas, la prioridad ahora mismo son las vidas de Luis Manuel Otero y Maykel Castillo”.
Este artículo fue originalmente publicado por el medio El Toque, de Cuba. Republicado con permiso.