Un día como hoy, en 1975, la Organización de las Naciones Unidas decidió declarar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer en conmemoración de la lucha histórica de las mujeres por la igualdad de oportunidades. 44 años más tarde, esta lucha sigue más presente que nunca, y los datos lo demuestran.
Más Carlos que gobernadoras
Según el informe global de brechas de género de 2018 del Foro Económico Mundial, Argentina es uno de los países más igualitarios en términos de empoderamiento político, ocupando el puesto 23 de un total de 149 países. Esto se debe a la representación femenina en el Congreso: actualmente, las mujeres ocupan el 38.9% de las bancas de la Cámara de Diputados y el Senado.
Sin embargo, la desigualdad persiste cuando se analiza la participación de las mujeres en los gabinetes. Según un análisis realizado por Economía Femini(s)ta, desde el 2001, en Argentina hubo más gobernadores llamados “Carlos” que gobernadoras (12 Carlos versus 8 mujeres). Es decir, si se considera el listado de mandatos de gobiernos provinciales, las mujeres representan menos del 10 por ciento. Antes del 2001, no hubo gobernadoras en el país.
Representación en los medios
Desde diciembre de 2017, el bot ColumnistOS, desarrollado por Andrés Snitcofsky y Juan E.D, recolecta datos de las columnas publicadas en los cuatro medios impresos más importantes de la Argentina para analizar cuántas están escritas por mujeres. Según los datos recolectados, en 2018 solo el 18% de las columnas publicadas en Clarín, Página 12, La Nación y Perfil fueron firmadas por autoras.
Esta desigualdad permea a la industria periodística a nivel global. En una encuesta a más de 500 medios alrededor del mundo, la International Women’s Media Foundation encontró que las mujeres representan solo el 33% de la fuerza laboral del sector.
Participación laboral
En los años 60, sólo 2 de cada 10 mujeres en América Latina trabajaban o buscaban trabajo activamente y hoy ya son casi 7 de cada 10. Sin embargo, un estudio que publicó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que la región tiene una de las brechas más grandes a nivel mundial en la participación femenina en la fuerza laboral.
A pesar de que las mujeres tienen niveles educativos similares o mejores que los hombres, en la región, el promedio de participación laboral femenina es de 66%. Existe una diferencia de casi 30 puntos porcentuales en la tasa de hombres y mujeres que trabajan.
Argentina está justo en el promedio, por debajo de economías como la de Uruguay, Brasil, Chile y Perú.
Según el informe, la falta de participación laboral de la mujer implica pérdidas de ingreso en la región de hasta 17%. A nivel mundial, se estima que cerrar la brecha económica de género podría aumentar el producto interno bruto mundial en US$ 28 billones para el año 2025.
Trabajo no remunerado
Otro factor que le juega en contra a las mujeres en América Latina es que, en promedio, ellas dedican más horas a trabajos no remunerados. Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, del total de personas que realizan trabajo no remunerado en Argentina, un 75% son mujeres y un 25% son varones.
La experiencia y la evidencia internacional apuntan a tres ejes principales de acción que tienen un efecto positivo en fomentar la participación laboral femenina:
- Liberar las restricciones de tiempo de las mujeres mediante la expansión de los centros de cuidado infantil, los horarios escolares y el servicios de atención a mayores
- Ampliar las licencias por maternidad y paternidad, de forma balanceada e intransferible para evitar profundizar en los roles de género tradicionales
- Continuar extendiendo la educación de las mujeres para ampliar sus perspectivas laborales.