—¿Cómo incide el cambio climático en la propagación del dengue?
—Yo prefiero hablar de cambio global. Además de la temperatura, hay muchos otros cambios; por ejemplo, en el uso del suelo sacando un ambiente natural para usarlo productivamente, que también influyen. Si aumentara la temperatura, puede haber más dengue; pero lo que hemos advertido también es que la distribución del aegypti en el país se empezó a expandir no sólo asociado a un posible aumento de la temperatura sino a la urbanización. Cuando la temperatura no ayuda, quizás el tamaño de la ciudad ayuda a que aparezca.
—¿Eso hace que tengan más lugares en donde reproducirse?
—No tenemos la respuesta, tenemos hipótesis. Una es que tengamos más ambientes donde reproducirse en una ciudad más grande. Otra es que haya más circulación de personas y de productos en ellas, y pueda colonizar más fácil. Aegypti es un mosquito particular, porque es urbano y doméstico, está en las ciudades, está en las casas.
—¿Por qué la urbanización sin planificar incide?
—El dengue está muy asociado a la urbanización desordenada, a la urbanización pobre con, por ejemplo, mala calidad de provisión de agua; al aumento poblacional y al crecimiento desorganizado de la urbanización. La solución al dengue debe ser multidimensional.
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