Es el récord que nadie quería comunicar, pero que inevitablemente sabíamos iba a llegar. La década que inicia será la obligatoria oportunidad de marcar una diferencia en una real acción climática.
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Estamos cada vez más rojos... y eso no está bueno. La imagen que ves muestra las diferencias de temperatura en 2020 con respecto al promedio de 1981-2010. Los naranjas y rojos representan mayor temperatura. Los celestes y azules, casi ausentes, menor. El 2020 cerró la década más cálida registrada y marcó, como año, su propio récord.
Analizo aquí la más reciente información publicada para comprender donde estamos y hacia dónde debemos ir. Spoiler: sí, venimos mal, pero aún no es tarde.
- Un recordatorio y una aclaración. Quemar combustibles fósiles, promover agricultura y ganadería intensivas, deforestar = genera más emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs) = aumenta la temperatura global = cambios en el clima. Si a todo eso le agregamos un +, el resultado ya es conocido: + cambio climático. Si lo multiplicamos por la inacción o acción insuficiente de los tomadores de decisión, el resultado nos da en negativo.
Esta es la fórmula que tenemos que considerar para las cifras que siguen, junto con una aclaración: cuando hablamos de estos récords no pueden catalogárselos como "de la historia", sino siempre "desde que se tienen registros". - El año más cálido registrado cerró la década más cálida registrada. 2020 fue el año más cálido registrado a nivel mundial, según el reciente reporte del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europa. Así, igualó al año récord anterior: 2016. Pero los científicos subrayan: 2016 fue un año récord que comenzó con un fuerte calentamiento por el fenómeno de El niño y 2020 lo igualó aún con el enfriamiento de La Niña.
El año que acaba de concluir fue 0,6 ° C más cálido que el período de referencia estándar 1981-2010 y alrededor de 1,25°C por encima del período pre-industrial 1850-1900. Esto marca una tendencia: los últimos seis años (2015-2020) fueron los años más cálidos registrados y la década que finalizó (2011-2020) fue la más cálida registrada. Todo ello, a pesar de los discursos políticos de acción durante los últimos años. - Las concentraciones de CO2 siguen en alza. Vimos antes el resultado, ahora vayamos a la causa. Las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera continuaron en alza en 2020, incrementándose sobre el año anterior. El servicio Met Office ya estimó que el CO2 en la atmósfera alcanzará niveles 50% más altos que antes de la Revolución Industrial, debido a las emisiones causadas por el hombre.
- La situación en Argentina. 2020 fue el segundo año más cálido registrado, siendo el 2017 el que sigue en el podio, según el Servicio Meteorológico Nacional.
- La década que inicia. Es la clave. Es la que requiere de los cambios drásticos necesarios para empezar a revertir estas cifras y alcanzar el escenario de calentamiento recomendado por la ciencia con los efectos menos dramáticos. ¿Por dónde empezar? La fórmula inicial que describí tiene la respuesta.
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S.O.S.: Actuar ahora para evitar un futuro horrible. Saben que lucho para que los temas ambientales y climáticos no se comuniquen de forma apocalíptica, pero sí considero que es necesario compartir esa información que funciona como un alerta, como una "palmada" en la cara que nos despierte, como un llamado urgente a la acción. Y eso representa el artículo publicado hoy en la revista científica Frontiers que compila y resume las predicciones de un siglo de extinción masiva, deterioro de la salud, disrupción climática y conflicto por recursos, con base en información científica.
"Sólo una apreciación realista de los colosales desafíos que enfrenta la comunidad internacional, podría permitirle trazar un futuro menos devastado", recomiendan los 17 científicos autores. El llamado sigue siendo uno: acción real, urgente y ambiciosa (como prevenir extinciones, restaurar ecosistemas, fomentar una actividad económica más sostenible) ante la crisis climática y ecológica en la que nos encontramos.
De los distintos temas que aborda el artículo, elegí compartirte este gráfico. El rojo representa el porcentaje que se ha dañado, perdido o se ve afectado. El azul el porcentaje intacto, que se mantiene o que no se ve afectado. Los humedales, los ríos y los animales salvajes entre los más perjudicados. El dato que no hay que olvidar: nosotros, seres humanos, nos veremos afectados, para bien o para mal, con la acción o la inacción.
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Filomena y cambio climático. No, no es una escena de El Día Después de Mañana. Son ciudades españolas bajo la nieve. La tormenta Filomena ha sido la protagonista en el invierno europeo durante los últimos días. Business as usual, los negacionistas del cambio climático no tardaron en llegar. Algunas observaciones al respecto.
- El cambio climático no significa la desaparición de nevadas ni de olas de frío. Hay una diferencia entre tiempo y clima. Estos fenómenos meteorológicos ocurren, mientras la temperatura del planeta sigue en ascenso. Una cosa no quita la otra. Es más, el cambio climático puede intensificarlos.
- Por qué Filomena es cambio climático. Queralt Castillo Cerezuela indaga en los distintos argumentos por los cuales la tormenta se puede asociar con el cambio climático y las diferenciaciones que vale hacer al respecto. La nota
- Las olas de frío son más mortales que las de calor. Eduardo Robaina retoma un estudio de 2019 que evidencia que la mortalidad diaria por frío es mayor que por calor en España; y expone la ausencia de políticas de adaptación a esta realidad. Este punto no es menor: la acción ante el cambio climático significa también adaptarse a sus efectos ya presentes. La nota
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En agenda: qué recomendaciones te interesan para empezar el año. Son pocos, casi nulos, los eventos durante estos primeros meses del año. Por eso, te invito a que me cuentes qué te gustaría encontrar en las próximas ediciones de temporada verano (o invierno según donde estés): qué libros leer, qué podcasts escuchar, qué producciones audiovisuales mirar, en qué artículos de la semana profundizar, sobre qué temáticas puntualmente todo ello. ¡Espero tus comentarios!
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Ser sustentables: y buscar alternativas a los plásticos descartables. Sí, vengo hablando de este tema desde, literal, la primera edición de PLANETA allá en 2018. Pero una reciente investigación me alarmó: por primera vez se encontraron microplásticos en placenta humana. Si bien aún se desconoce el impacto en la salud, los científicos advierten que las micropartículas podrían causar daños a largo plazo. ¿Cómo habrían llegado allí? Por haber sido consumidas o respiradas por las mujeres embarazadas.
Por eso, el recordatorio de rechazar plásticos descartables, buscar alternativas reutilizables de materiales durables y gestionar correctamente los residuos plásticos que utilicemos. Esto es especialmente importante en este tiempo de pandemia donde el consumo de plásticos descartables -como los propios barbijos- se ha incrementado y, salvo que seas trabajador de salud, puedes optar alternativas reutilizables.
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Hoy termino con una foto de ella: Roma. Es la perra que estoy transitando hasta encontrarle una familia que la adopte responsablemente. Roma viene de una vida de maltrato e indiferencia al punto que, cuando llegó a casa, le tenía miedo a todo, incluso a mí. En apenas dos semanas y media, y gracias a demostrarle que el ser humano puede también ser sinónimo de cariño y bienestar, es otra perra.
El vínculo -de maltrato o de amor- que se tiene con los perros es apenas una pequeña ilustración de cómo el ser humano se relaciona con los otros animales. Recomiendo que transiten, el aprendizaje y amor es mutuo.
¡Hasta el próximo miércoles!
Tais
