Desde el Encuentro Internacional de Bookfluencers hasta la presentación del libro de memorias de Georgina Orellano (secretaria general del sindicato AMMAR—Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina), pasando por la mesa redonda “Los secretos de escribir un cuento”.
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La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, después de dos años de silencio, está en esplendor en su edición número 46. El encuentro comenzó el 28 de abril con un discurso provocador en el que Guillermo Saccomanno (autor de Bajo bandera, Cámara Gesell y muchas otras novelas) habló contra el oligopolio de la industria papelera local, la relación de los autores con los editores y la decisión de los organizadores de la Feria de hacerla en el predio de La Rural. “La Feria siempre me generó tensión”, dijo Saccomanno en su discurso —que podés leer completo acá—.
Otro de los momentos incómodos pero bienvenidos lo dio Mario Vargas Llosa, el clásico escritor peruano, que dialogó con Jorge Fernández Díaz ante una sala de mil personas. “De adolescente, en Lima, no soñábamos con París, sino con Buenos Aires: era una aspiración entrar a las universidades argentinas. ¿Qué pasó que desapareció ese modelo al que aspirábamos?”, dijo.
“Ocurrió en toda América Latina, hoy Perú es un país de tercera clase, con un presidente analfabeto por primera vez en la historia. Es una situación dramática. Cuántos países están así y hasta cuándo. Los países deben elegir entre prosperidad y pobreza, y están eligiendo la peor solución”.
El ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro, tuvo palabras más amables en su paso por el stand de Leamos. “No da lo mismo tener o no tener acceso a la cultura”, dijo. “Entonces el desafío es cómo ampliamos el acceso a la cultura. Entendiendo que la cultura es una herramienta que da libertad, principalmente, y desde esa libertad es una herramienta de construcción democrática fenomenal”.
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Quizás esos tres fueron los mejores conversadores de la Feria hasta ahora. El encuentro termina el lunes que viene. Para estos días, te dejo 🔟 recomendados:
1️⃣ Viernes, 18:30. Encuentro Internacional de Bookfluencers. Participan: Sofía Mascaro, Karen Fernández, Julieta Ninno, Alvin Garat, Matías Gómez, Maximiliano Pizzicotti, Tory Resco, Anto Romano, Sebastián Mouret, Naty Beroiz, Sofía Mascaro, Carla Dente, Dewars Bracho, Mariela Fernández, Almendra Veiga, Guada Casta, Ponja Goya, Camila Ochoa, Agustina Gomez, Agustina Ríos, Malena Hehn y Manuel Spinetti. Sala: José Hernández, Pabellón Rojo.
2️⃣ Viernes, 18:30. Feminismo y literatura. Participan: Tamara Tenenbaum y María del Mar Ramón. Sala: Tulio Halperin Donghi, Pabellón Amarillo.
3️⃣ Viernes, 19:00. Ninguna línea recta: Contraculturas punk y políticas sexuales en Argentina, 1984-2007. Participan: Nicolás Cuello y Lucas Disalvo. Presenta: Alex Schimed. Sala: Zona Futuro, Pabellón Amarillo.
4️⃣ Viernes, 20:30. “Burundi! De extraños animales e historias peculiares”: arquetipos, rispideces y humor en libros infantiles. Participa: Pablo Bernasconi. Sala: Alejandra Pizarnik, Pabellón Amarillo.
5️⃣ Sábado, 16:30. Consultorio sentimental: contame tu drama y te recomiendo un libro. Presenta: Manu Frers. Sala: Zona Futuro, Pabellón Amarillo.
6️⃣ Sábado, 18:30. Presentación del libro Puta feminista, de Georgina Orellano (secretaria general del sindicato AMMAR—Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina). Sala: Victoria Ocampo, Pabellón Blanco.
7️⃣ Domingo, 16:30. Presentación de Catedrales, de Claudia Piñeiro. Presenta: Hinde Pomeraniec. Sala: Julio Cortázar, Pabellón Amarillo.
8️⃣ Domingo, 18:30. Cecilia Ce presenta Vinculear. Sala: Carlos Gorostiza, Pabellón Amarillo.
9️⃣ Domingo, 18:30. Francis Wolff, armonías de un librepensador. Presenta: Álvaro Arroba. Sala: Rodolfo Walsh, Pabellón Amarillo.
🔟 Domingo, 20:30. Mesa redonda: “Los secretos de escribir un cuento”. Ana María Shua, Katya Adaui y Elsa Drucaroff presentan sus relatos publicados en Páginas de Espuma. Sala: Alejandra Pizarnik, Pabellón Amarillo.
¿Más? Consultá el programa de la Feria acá.
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Si tenés ganas de escribir, acá va una oportunidad: el 12° Premio Itaú de Cuento Digital. Según las bases, podrás presentar una sola obra de temática libre. Puede ser un cuento digital o no-digital. El límite de extensión para ambos será de 10.000 caracteres con espacios (no palabras). Cuando esto sea difícil de establecer a causa del formato elegido, el evaluador tendrá en cuenta el tiempo estimado de lectura, que no podrá exceder los 12 minutos, incluyendo todos los recorridos posibles.
Aclaran:
“Entendemos a un cuento digital como un cuento en donde los recursos digitales funcionan como parte intrínseca de una obra. Sin ellos, el cuento pierde sus características esenciales (desarrollo de personajes o de escenas, argumento, desenlace). Para que un cuento sea digital se tiene que dar algunas características. Pueden cumplirse todas o algunas de ellas, pero necesariamente una debe estar presente. Son cuatro: 1- Un cuento digital es multimodal. Utiliza múltiples lenguajes: narramos con imágenes, videos, chat, emoticones, etc. Cada lenguaje utilizado es constitutivo de la historia, si lo elimino me pierdo algo de lo narrado. 2- Puede estar en múltiples soportes. Precisa varios canales o plataformas para narrar un cuento. 3- Es hipertextual. El relato no sigue una linealidad, puedo empezar por un lugar o plataforma y cambiar en el transcurso de la obra. 4- Es interactivo: el lector puede ser interpelado a elegir un recorrido, según su elección sucederán algunas cosas y no otras. O bien accederá a la narración de forma diferente, develándose la misma de una manera distinta a la que hubiera ocurrido si hubiera tomado otro recorrido. Una forma de evaluar si el cuento es digital o no, es preguntándonos ¿si saco todos los recursos digitales, cambia la historia que estoy contando?”.
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La parte más poética del discurso de apertura de Saccomanno es la que quedó en mi memoria:
“Al leer esta noticia me pregunté qué tenía esto que ver conmigo, con la hoja en que empezaba a escribir este texto una noche en el bosque. En los últimos treinta años, desde que me afinqué en Villa Gesell, esta ‘tierra elegida’ como la llamábamos con mi amigo Juan Forn, escribo con una birome negra en un cuaderno de hojas lisas. Me gusta el fluir de esta escritura en silencio, una grafía que se vincula con el dibujo, y el dibujo, a su vez, me devuelve a mí mismo. Así me pregunto quién soy, y si esta ignorancia no es la que induce a la búsqueda de un sentido que a menudo se me rehúye. La escritura, conjeturo, debe saber más de mí que yo. Tal vez esta sea la razón por la que en los últimos años me dediqué a la lectura y escritura de notas sobre poesía.
En tanto, con la birome negra en un cuaderno, escribí en la ciudad, en micros, en trenes, en el mar y también en el bosque. Y fue en el bosque donde mi escritura se volvió más reconcentrada y, a un tiempo, abierta, tratando de conectar en un modo zen el uno con el todo. El monje taoísta vietnamita Thich Nhat Hanh dice que la hoja donde escribo contiene el árbol del que proviene, desde la semilla, pasando por la lluvia, el sol, las estaciones, una historia concerniente a la naturaleza ante la que no puedo hacerme el distraído. Intentaré evitar irme por las ramas”.
Bueno... por ahora lo dejamos acá. Podemos seguir la conversación por mail [[email protected]] o en las redes [@redaccioncomar]. Y también podés contactarme en Twitter [@sinaysinay].
- Si querés recomendarme libros, autores o temas para tratar, o contarme si leíste algo de lo que mencionamos, ¡adelante!
Nos vemos por ahí,
Javier