Fuente: Banco Mundial
Los estudiantes con niveles de aprendizaje bajos se van a ir quedando cada vez más atrás hasta abandonar la escuela. Esto porque llegará un punto en donde no podrán seguir cursando de manera normal.
Al reabrirse las escuelas es posible que algunas familias decidan sacar a los jóvenes en algún momento por cuestiones económicas. Los adolescentes son los que más riesgos corren y, más aún, si ven que no están aprendiendo mucho en el establecimiento educativo.
La salud mental de los estudiantes, familias y docentes ha empeorado. Es fundamental el bienestar emocional a la hora de enseñar y aprender.