A veces, solemos asumir compromisos que en el fondo no queremos o que nos generan una gran sobrecarga o mucho estrés.
¿Por que nos cuesta tanto decir que no?
Tanto en el trabajo como con la familia y amigos, solemos decir que sí a situaciones que sabemos que no vamos a poder o no queremos cumplir, solo para ser aceptados o para no quedar mal ante los demás.
¿Por que nos cuesta tanto decir que no?
Decía que sí porque quería destacarme, dar a entender que podía con todo. Me enfermé, tuve contracturas, descuidé mi salud emocional y física, hasta tuve un ataque de pánico.
OSJANNY, 34 AÑOS, TRABAJA EN UNA START UP DE DELIVERY.
¿Por que nos cuesta tanto decir que no?
Porque no nos gusta o queremos evadir la confrontación .
¿Por que nos cuesta tanto decir que no?
Porque queremos complacer al otro, queremos sentir que agradamos o que se nos necesita.
¿Por que nos cuesta tanto decir que no?
A veces alguien de la iglesia me pide que lo visite en su casa a las 16. Se que no hay forma de que llegue pero igual digo que sí. Luego me estreso porque me doy cuenta de que no voy a poder.
SEBASTIÁN, PASTOR EN CONGREGACIONES DE LA IGLESIA ADVENTISTA EN NEUQUÉN.
¿Por que nos cuesta tanto decir que no?
¿Por que nos cuesta tanto decir que no?
¿Por que nos cuesta tanto decir que no?