De tanto escucharlo de “gente que sabe”, la perspectiva de que Tidal verdaderamente ofrece audio de mejor calidad parece bastante confiable. La verdadera pregunta es si al oyente promedio, a nosotros los inexpertos, realmente nos cambia la experiencia. Como la app tiene un mes de prueba gratis, pensé, no perdía nada con probar.
Mi primer instinto fue buscar alguna canción que tuviera mucho para dar: puse la canción principal de la película Cinema Paradiso, compuesta por Ennio Morricone: un tema clásico, con orquesta, muy conmovedor. Entre las condiciones del experimento, debo mencionar que lo escuché con unos auriculares JBL casi nuevos que, para mí, son de los mejores (y relativamente accesibles). Y mi primera impresión fue que sí, se escuchaba mejor. Inmediatamente me surgió la duda: ¿Podría haber en esto algo como el “efecto placebo”? Comentándolo con uno de mis mejores amigos y enorme entusiasta sobre la calidad del audio, me dijo que, en efecto, existe este fenómeno, y se relaciona con la “psicoacústica”.
Siguiendo este hilo, encontré que la psicoacústica es una rama de la psicología que busca comprender cómo las características físicas de los sonidos (como la frecuencia, la intensidad y la duración) influyen en su percepción a nivel subjetivo. Para bajar este concepto un poco a tierra, mi amigo me comentó que con los MP3 se dieron cuenta que habían muchos sonidos que el cerebro humano no iba a detectar con tanta claridad, entonces simplemente los sacaron de su sistema. Así, los MP3 tienen mucha “pérdida”, pero buena parte de esa pérdida es indetectable para el oído..
El experimento con Tidal continua: ¿Es suficiente sólo con bajarse la app, o es necesario también tener buenos auriculares y condiciones óptimas de escucha? En este punto sí empiezo a perder la fe: con los parlantes de la computadora, la diferencia entre Spotify y Tidal es mínima. Pensando en este tema, otro amigo del mundo de la música me comentó: “Quizás, si estás en tu casa encerrado con un set de auriculares tenga sentido, pero ¿Te parece que si estás caminando por Avenida Córdoba un día de semana a las cinco de la tarde mientras pasan los bondis, vas a escuchar la diferencia entre Tidal y Spotify?”.
Todo parece indicar que para el día a día, para los legos, no hay una diferencia abismal. De todas formas, como la app tiene este período de prueba gratis (¡y hasta te avisa cuando se está por terminar!) los invito a probarlo ustedes mismos, quizás descubran que su oído es lo suficientemente sofisticado para detectar (y disfrutar)